No puedo mentir en decir que en el fondo de mi corazón siempre quise que este momento sucediera, aun cuando siempre me veía tan ocupada, aún cuando pareciera que en la lista de mis prioridades no estaba incluido el volver a ser mamá, sé que de alguna forma la llamé para que viniera a llenar nuestras vidas nuevamente de ese amor incondicional que sólo puedes sentir por un hijo.
Aunque tengo más experiencia y serenidad que hace 10 años, mi cabeza se llena de temores, definitivamente ya estoy acostumbrada a la rutina diaria, a andar a mi propio ritmo y ahora siento que no he podido dimensionar el cambio de vida que se aproxima, y aunque estoy tan ilusionada de conocerla, me pregunto como voy a re-organizar mi día? será algo tan natural como con el primer hijo o tendré que cambiar toda mi forma de vida?
Luego me tranquilizo, y pienso que todo será cuestión de adaptarse y que naturalmente iremos adaptándonos a una nueva rutina, que lo importante aquí es disfrutar los pequeños momentos y compartir esta felicidad con las personas que amamos.
Pequeña mía, desde ya te espero con gran esperanza....
